Mi parto: ¿vaginal o cesárea?

Hoy os traigo un post muy especial para mi, ya que es el momento mas hermoso, el día que conocí a mi princesa por fin. Así que sin más os cuento al detalle como lo viví.

Desde la madrugada del día 1 hasta la mañana del día 2 de Enero los síntomas me hacían sospechar que E… no iba a hacerse esperar mucho. Sentía dolores punzantes en los riñones que desencadenaban calambres hasta la parte baja del vientre. Incluso en ocasiones me ardían los huesos de las caderas y los muslos, que sólo se me aliviaba caminando o con la pelota de pilates, era como si los huesos rotaran para dejar espacio.

Aún así como llevaba desde la semana 37 teniendo síntomas de parto a intervalos, no alarme mucho la situación y me preparé para ir a la peluquería. Si chicas, el día 2 de enero tenía una Boda, y no una boda de compromiso sino no hubiera ido, sino una boda muy especial. Se casaba después de 22 años de noviazgo mi prima del alma. Así que allí que me puse las mejores galas que pude (apenas me entraba la ropa ya, y al no saber si podría ir, no me compré nada especial) y me fui a la iglesia. Y allí empezó todo.

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(Última foto de embarazada Boda)

En la ceremonia empecé a no encontrarme bien, unos dolores enormes me atravesaban la barriga y llegaban a las caderas. Mi hermana sufrió conmigo cada contracción, ya que me tenía agarrada la mano. Llegaron las fotos y casi no podía aguantar mas, con lágrimas en los ojos sólo se me ocurrió decir que era de la emoción del momento (No quería quitar protagonismo a la novia). Una vez tirado el arroz, me marché a casa disculpándome por no ir a la celebración.

Mi marido llegó de trabajar a las 16.30, no le dije nada para no alarmarlo, y me encontró durmiendo un poco en el sofá. A las 17.00 me despertó un dolor estraño y fuerte, como si me pincharan con una aguja de punto en el vientre, fui al baño y cual fue mi sorpresa: tenía un líquido color verdoso con algo de sangre en las braguitas. Rápidamente decidimos ir a urgencias, ya que todo daba entender que había roto bolsa y tenía meconio (caca del bebé). Nos dijeron en los cursos que si pasaba eso teníamos que ir sin demora, adiós a darme una ducha antes o ponerme la ropa elegida como tenía pensado. Con el peinado de boda y un chándal bastante viejo para estar cómoda en casa, cogimos maletas, papeles y una toalla para no manchar el asiento del coche, y listo.

En menos de 15 minutos estábamos allí, pero a mi se me hizo eterno, tenía contracciones aún no muy dolorosas y en el trayecto rompí del todo la bolsa. Es una sensación súper desagradable, como si no pudieras controlar y te hicieras pipí a grandes cantidades, acompañado además de una sustancia gelatinosa de color verde amarillento, que vas notando como cae poco a poco. En urgencias tal como me vieron no me hicieron esperar cola para entregar mi tarjeta en ventanilla y vino un celador para llevarme a monitores. Las contracciones no eran ni fuertes ni regulares así que después de 20 minutos me hicieron un tacto. Estaba dilatada de un centímetro y me daban ingreso para inducirme el parto, ya que al tener bolsa rota y ser meconial no podíamos volvernos a casa, y lo mejor era acelerarlo.

Oficialmente ya estaba de parto, a lo cual avisamos a familiares que os recuerdo que algunos estaban de boda, y a esperar. A todo esto, fue gracioso ver como se llenó la sala de espera de gente súper arreglada y con peinados y tocados de boda, parecía que iba a dar a luz la reina, jajajaja.

Con la oxitocina puesta empezaron a aumentar las contracciones, seguimos con la rutina de estos casos, cada media hora venían a controlarme y preguntarme por el dolor, ya que al tener autorizada la epidural yo decidía cuando quería ponérmela y dejar de sentir dolor. Sobre las 21.30 decidí ponérmela, ya que en el ultimo tacto sólo estaba de 2 centímetros y seguía expulsando líquido. Para ello todo el mundo tuvo que salir de la habitación de dilatación, el anestesista que era un amor de persona, me explicó todo lo que iba a hacerme, lo que iba a sentir, y apenas sentí dolor. Mientras te ponen la epidural te quitan la oxitocina, eso hace que las contracciones bajen un poco.PhotoGrid_1460981528858

(Última foto, en unas horas mi princesa estaba en mis brazos)

Hasta aquí todo parecía indicar que mi parto iba a ser largo, ya que pese a tener contracciones bastante fuertes y seguidas no lograba dilatar. De repente entró la doctora con cara de preocupación en la sala, se puso a observar los monitores y me miró. Ya sabía que algo no iba bien 😰. Me explicó que con cada contracción perdíamos el pulso de la bebé, así que quitamos la oxitocina para ver que pasaba. Al poco mi pequeña volvía a tener pulso, aunque algo bajo, y decidimos volver a intentar con menor cantidad de oxitocina, puesto que seguía dilatando muy lenta (a las 22.15 sólo estaba de 2,5 cm). Este segundo intento no me estaba gustando, al igual que a la doctora, así que a las 22.40 dejamos la oxitocina. La bebé seguía perdiendo pulso en las contracciones, no sabíamos si podía haber cordón reliado, y encima al dilatar tan lento mi pequeña no iba a aguantar un parto tan largo. Optamos por una cesárea de urgencia.

Antes de irme a quirófano dejamos dicho lo citado en el plan de parto para esta situación: tener en cuenta mi problema de cicatrización y el papi realizará piel con piel con la pequeña (si su salud lo permite).

A las 22.50 me despedía de mi familia, y en especial de mi marido, desde una cama para entrar en quirófano. No quise llorar porque quería transmitir tranquilidad a los que me quieren, pero tras pasar la puerta me derrumbé. Nada estaba siendo lo que había soñado y pese a ser lo mejor para mi pequeña princesa, (y lo volvería a hacer si lo requiere la situación) me sentí tan triste, sola en ese quirófano sin el apoyo de mi pareja. Entonces cerré los ojos, la matrona sabía que estaba nerviosa y me quiso tranquilizar dándome ánimos, pensando en lo pronto que vería la carita de mi niña.

PhotoGrid_1460327760621A las 23.18 lo mas hermoso del mundo nació de mi vientre con 46,5 cm y 2770 gr de puro amor. Tras el chequeo del pediatra me la pusieron encima para darle un beso. Fueron miles los que me apetecía darle, no podía abrazarla ni cogerla, pero esos besos me supieron a gloria. Una gloria muy cortita porque tenían que llevársela, aunque la disfruté como pude.

La siguiente hora y media hasta volverla a ver fue la peor. La placenta no terminaba de salir y tuvieron que sentarse sobre mi para empujarla, además la tensión se me disparó y empecé a tener un dolor de cabeza tan fuerte que avisé al anestesista. Fue entonces cuando me levantaron la camilla, estaba subiéndose la sangre a la cabeza muy rápido y se me estaba hinchando la cara. Aiiii!! Ahí fue cuando mas falta me hacía mi marido, mi apoyo.

Una vez todo concluido en quirófano me llevaban a sala del despertar. No se hace normalmente, pero el anestesista quiso acompañarme por mi problema en el quirófano y avisó de mantenerme reclinada para que no volviera a suceder lo ocurrido. Allí el tiempo del despertar pasaba muy lento. Con las ganas de subir a planta, yo misma me forzaba a mover las piernas constantemente. Las enfermeras me decían «duerme un poco que te vendrá bien», pero no quise, me masajeaba las piernas y el culete para que se me fuera la anestesia y así pronto me subieran a planta y poder ver a mi niña.

PhotoGrid_1460327277701Mientras, en la habitación 213, mi pequeña princesa estaba con su papi. Me contaron que no paró de chupar el pecho de su papá en busca de comida, y para mi marido fue un sueño haber podido realizar «piel con piel«, aunque estaba preocupado por mi.

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Del momento en que llegué a la habitación sólo recuerdo a mi marido con mi hija y se acercó a dármela. Desde entonces ya no quise recordar nada, sólo disfrutar de ella. Inmediatamente me la puse al pecho, aunque no me lo cogía no paré de intentarlo.

Reflexión: un parto es magia, donde todo es posible, para bien o para mal. Nada de lo que pensé o me contaron fue lo que pasó. No me siento menos madre por no haberlo hecho vaginal, ni por asomo dudaría en ello. Pero es cierto que mi ilusión por tenerla piel con piel me dejó un sabor agridulce en ese momento.

Hasta aquí el post sobre mi parto, espero no haberos aburrido con tantas explicaciones pero así es como yo lo viví. Besototes 💋💋💋

9 pensamientos en “Mi parto: ¿vaginal o cesárea?

  1. Yo siempre respeto las opiniones y pensamientos de las personas por eso cuando dicen que si tienes por cesárea no has parido… pues… no sé. Yo no sufrí contracciones porque mi hija nació prematura de 34 semanas. No pude hacer piel con piel, recién pude tomarla en brazos a los 5 días, pero me siento mas madre que nunca…

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    • Por supuesto. El ser madre no va ni por asomo por el hecho de dar a luz de una forma u otra. A mi lo que me pasó es que la cesárea me dejo muy mal, apenas podía moverme y eso me hizo sentirme muy mal ya que quería estar más con ella de lo que realmente podía. Ahora si, a los 3 días cuando pude levantarme y cogerla sin problemas, entonces sí me sentía completa. Gracias por tu comentario

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  2. Madre mía que experiencia! Que momento más duro tuviste que pasar tú ahí solica. Eres una campeona,me hsd emocionado. Y te entiendo perfectamente con el tema piel con piel,es muy duro parir( porque cesárea y parto sin lo muy smo) y que te separen de tu bebé.

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    • Gracias Nervea, la verdad es que cuando lo pasé peor fue una vez que se llevaron a mi pequeña. Saber que estaba con su padre me aliviaba algo, pero es en ese momento cuando miles de preguntas se te plantean sin respuestas. Besos💋💋

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  3. En mi caso Papi también hizo él piel con piel mientras yo estaba en sala de reanimación, por suerte como comentaba en mi post tuve a mi marido al lado. Estoy contigo, aunque hay quien piense tonterías… Somos igual de madres, faltaría más! Me ha gustado mucho leerte, gracias por compartir este momento tan especial y me quedo por aquí 😉

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